La mejor manera de tener una congregación saludable y feliz es tener un personal de la iglesia saludable, no en términos de salud física, sino saludable en términos de cómo funcionan como equipo y dirigen la iglesia (incluso si es detrás de escena). Hacer de esto una prioridad puede ayudar a que su iglesia crezca y tenga éxito.

Como ocurre con cualquier organización, el camino hacia una cultura saludable comienza desde arriba. Líderes, ¡este es para ustedes!

Tener una visión y unos valores claros.

Debería ser fácil articular la visión y los valores de su iglesia. Si no es así, necesita tomarse un tiempo para definir cuidadosamente lo que quiere para su iglesia y por qué. Dirigir una iglesia unida es mucho más fácil que liderar una llena de malentendidos y descontento.

Estos valores deben caracterizar todo lo que haces. Aclarar el tipo de cultura que desea en su iglesia facilitará la concentración y la toma de decisiones.

¿Qué consideras válido para tu iglesia? ¿Cómo quieres ser conocido? ¿Cuáles son algunos valores duraderos que su iglesia debería enfatizar?

Priorizar la comunicación abierta

La comunicación es esencial. Eso significa comunicarse claramente con su personal y crear una cultura en la que su personal se sienta seguro al compartir sus pensamientos y opiniones. Nadie puede liderar una iglesia sin apoyo y guía.

Permita que su personal evalúe por sí mismo si está de acuerdo con sus valores y esté abierto a sus sugerencias. Escuche sus comentarios y tómelos en serio, ya sean positivos o negativos. Asegúrese de que usted, su personal y su congregación valoren la honestidad.

También es importante brindarle a su personal las herramientas que necesitan para comunicarse efectivamente con la congregación y aceptar comentarios honestos de los demás.

Fomentar la confianza

Poder depender unos de otros es algo hermoso. También disminuye el estrés, porque sabes que cuando alguien dice que hará algo, lo hará. La confianza construye relaciones; Sin confianza, a su personal le resultará difícil funcionar de forma eficaz.

Nuevamente, esto comienza desde arriba. Su personal y sus miembros deben confiar en usted y usted debe confiar en ellos. Empodere a las personas con las que trabaja confiando en sus habilidades.

¿Con qué frecuencia le dice a su personal cuánto los aprecia? ¿Se sienten cómodos confiando en usted y el uno en el otro?

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